UN CLUB EXCLUSIVO.

Esta semana tuve que hacer una gestión en los alrededores de la Plaza de Catalunya, y pensé en desayunar en la Granja Viader, que tiene una larga trayectoria, nada más y nada menos que 150 años de historia, aquí fue dónde se creó el Cacaolat que les hizo mundialmente famosos. 

Me apetecía recordar viejos tiempos en los que de vez en cuando nos reuniamos con amigos desayunabamos y charlabamos de todo un poco, es una lastima que con el tiempo esas buenas costumbres se vayan perdiendo. Pero aun asi sabia que mi amiga Teresa que nosotros le deciamos amigablemente Tessi. Una interiorista de gran prestigio, que es una buena sibarita, siempre con La Vanguardia y alguna revista de decoración bajo el brazo continuaba desayunando allí siempre que podia, asi que le llame y quedamos para desayunar..

> Hola Tessie, que te cuentas..

> Hola Llorenç, eso tu que eres la novedad, yo ya sabes que continuó con las buenas costumbres, sigo siendo cliente asiduo a la granja Viader..

> Si, si ya veo, tu "suizo con melindros" y tu diario con alguna revista de moda bajo el brazo, hoy que revista llevas..

> Hoy he comprado el Proyecto Contract y el  Vanity fair, pero todavía no le he leído..

> Pero seguro que algo interesante habrás leido estos dias..

> Pues mira, ayer lei un articulo de una revista americana que hablaba del el “Club 33” que fue ideado por Walt Disney, aunque no se inauguró hasta 5 meses después de su muerte, en 1967. El objetivo era reunir a las personas con más poder económico y cultural de la sociedad, ofreciéndoles un edificio exclusivo en el interior de Disneyland. Mientras los niños y sus familias visitaban el castillo de la Bella Durmiente y jugaban con Mickey Mouse.

> Vaya, la verdad es que no había oído hablar de ese club nunca, y como se le ocurrió a Walt Disney crear ese club.

> Pues supongo que por lo que decia el articulo fue creado para reunir gente poderosa para hacer negocios..

> Vamos algo así como el "palco de honor" de algún club de fútbol..

> jajaja.. Siempre irónico, pero más o menos allí no solo el alcohol, el tabaco y la más exclusiva gastronomía habita en el interior de los salones, se sabe que hay una cultura de tupido misterio de la que casi nadie habla, que allí se organizan reuniones y eventos privados de los que no se puede comentar ni una palabra. De hecho, incluso su localización es algo compleja, se dice que es casi imposible encontrar las puertas de dicho club en el interior de Disneyland, y que simplemente, está marcado con una placa de bronce con el número “33" al lado del restaurante Blue Bayou en “33 Royal Street”..

> Pero para entrar en ese exclusivo club, supongo que se necesita tener padrinos y mucho dinero..

> Claro está, un dato a tener en cuenta es que si uno desea hacerse miembro, necesita dos cosas: paciencia y dinero, mucho dinero. Si tienes la suerte de poseer ambas cosas se necesita una cantidad denominada de “iniciación”, es decir un pago inicial que no se cuanto es, pero puede uno imaginarse, que no es como el club fitnes del que tú eres socio jeje..

> Bueno yo creo que ni aun teniendo mucho dinero me meteria en ese club.. 

> Aparte piensa que hay una lista de espera que ronda las 1000 personas, y uno puede esperar hasta 15 años para ser aceptado. 

> Pero, entonces.. ¿Qué requisitos deben tener los aspirantes para ser aceptados?..

> Se desconoce, amigo Llorenç la gente de a pie no sabemos qué leyes tejen el interior del "Club 33" unas normas que al parecer estableció el propio Walt Disney. Se sabe que por sus salas se pasean presidentes y expresidentes de importantes países, además de actores, como es el caso de Tom Hanks. Alguien que, curiosamente,  tuvo la suerte  de interpretar hace poco al propio Walt Disney en la película  “Saving Mr. Banks”... ¿Casualidad?..

> La verdad Tessi, parece mentira que haya lugares tan y tan lujosos y exclusivos para una minoría de elite..

> Piensa Llorenç, el "Club 33" puede presumir de tener un mobiliario digno de película, la decoración es muy clásica, no hay elementos modernos, y algunos elementos se utilizaron en famosos filmes, una preciosa vidriera de colores por la que entra la luz del Sol y unas cortinas que, según se cuenta, tienen sus bordes cosidos con oro.

Me acabe el suizo con melindros, que estaban riquísimos, me despedí de Tessi y me fui Ramblas abajo pensando que como es posible que tantos tengan tan poco, y haya clubs que tan pocos tengan tanto, pero el mundo es así..