la polémica suscitada por la presentación del libro de Arantxa Sánchez Vicario con respecto a sus padres y a como la han tratado durante los años de competición desde que era niña hasta su actual matrimonio, me ha dado mucho que pensar, y sin entrar en quien tiene razón, puesto que creo que debería ser un un asunto estrictamente familiar y personal, pone al descubierto como se trata a esos niños prodigios que a muy temprana edad destacan extraordinariamente en alguna actividad de la vida.
Los niños por supuesto que lo mas primordial es que se formen y los que destacan en alguna actividad sea deportiva o intelectual, protegerlos ayudarlos ya que las sociedades y los países se nutren y prestigian del talento de esos pequeños héroes.
Pero los niños también han de aprender a jugar, a espabilarse por si solos sin que estén hiper-protegidos puesto que de mayores lo van ha tener que hacer solos, van tener que pensar y decidir por si mismos, no a que nadie decida siempre por ellos, a acertar y a equivocarse porque de los errores y de los desengaños se aprende, y se forman en la vida.
Los padres tienen que enseñar y proteger, pero nunca dirigir ni fiscalizar la vida de esos niños cuando se hacen adultos.
Lo ocurrido con Arantxa realmente da mucho que pensar................
Lo ocurrido con Arantxa realmente da mucho que pensar................
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